domingo, 31 de julio de 2011

IMPUNIDAD EN LA ESCLAVITUD DEL SIGLO XXI



 
Ivette Salazar Márquez


El trailer donde viaja Rosa Aurora se detiene de pronto. Se despierta y recuerda dónde está. Afuera se escuchan voces de hombres. Hay una pelea. Una ráfaga acaba con la disputa. El trailer sale de la carretera y a tumbos avanza por un camino vecinal. Adentro de la caja, los gritos de mujeres de pronto saturan la oscuridad del minúsculo espacio. Golpes contra las paredes y gritos. “¡Acá estamos!” y “¡Sálvennos!” desgarradores hacen que Rosa Aurora se acuerde de aquella película que vio cuando tenía 14 años, donde los judíos eran llevados a los campos de exterminio nazis dentro de vagones de tren sin ventanas. ¿Quién iba a decir que a los 19 años le tocaría a ella vivir algo parecido? De pronto el miedo la satura. Ella  también golpea “¡Déjenme ir, yo estoy embarazada, déjenme ir!” grita, como apelando al sentido de justicia, a la bondad quizá, de los que se acaban de robar el trailer donde viaja con otros 115 centroamericanos que iban hacia los Estados Unidos a través de México. Pese a las súplicas cargadas de terror, el camión se pierde en la noche.

De pronto, luego de una larga travesía, el trailer se detiene de golpe, como para despertarlos. Hay voces afuera. Alguien golpea con fuerza la puerta de la caja. Les advierten que van a abrir y que primero van a bajar las mujeres. Si alguien se resiste será asesinado. Rosa Aurora se queda dentro hasta el final. La iluminan con una linterna de alta potencia. Tiene la esperanza de que si les explica su situación la dejarán libre. Al contrario, al parecer eso la hace más valiosa. Sujeta por el cabello la bajan y la esposan con las otras. El camino es tan malo que sólo a pie pueden llegar al rancho donde son confinadas a un galerón sin posibilidad de escape. Hay llantos, rezos, súplicas. Adentro dejan a varios hombres armados para que no intenten huir. En cuanto se cierra la puerta escogen a las más bonitas para obligarlas a darles placer sexual. Rosa María es la primera. Sus gritos, su llanto desgarrador parecen excitar más a los sujetos. Es violada por el jefe y por otros delante de las demás para aterrorizarlas. Desnuda, Rosa María pasa el resto de la madrugada en posición fetal en un rincón. Su llanto silencioso en su única compañía.

Han pasado seis días sin el menor rastro de ayuda. Nadie se ha enterado. Rosa María forma parte del grupo que los captores llaman “las bonitas”. Cada vez son menos. Las han llevado a varios ranchos y las violaciones tumultuarias se repiten. Ella lo permite todo; las que oponen resistencia son golpeadas y de todas formas son vejadas. Ha descubierto que si busca la mirada de su violador la maltratan menos. Lo que más le preocupa es su bebé. Hace días que no siente sus incipientes movimientos. Recuerda que al principio había varias niñas en el grupo. Ya no queda ninguna.


 
Este mismo caso, inspirado en una nota reciente de periódico de circulación nacional, se ha repetido cotidianamente en nuestro país sin que la población muestre mayor indignación. ¿Se deberá a caso a que somos una nación de gente cruel, incapaz de sentir compasión por el infierno que viven miles de seres humanos? ¿Será que sabemos que las autoridades están involucradas en esta nueva modalidad de esclavitud y que por lo tanto más nos vale quedarnos callados? ¿O es que los medios se han encargado de minimizar tanto estos horrores que aún no tomamos conciencia de TENEMOS que detener esto?

Y es que esos hombres, esas mujeres, esas familias son tan parecidos a nosotros que quizá nos da miedo asomarnos a lo que les sucede cuando cruzan nuestro territorio. Pero este tipo de injusticias no se acaban sino enfrentándolas. Esa gente que es asesinada en México tiene el mismo derecho que nosotros a vivir, a buscar una vida menos dura para sus hijos. Como nosotros, ellos tienen sueños, deseos de encontrar el amor, de establecerse en un lugar donde su trabajo valga más y donde sus hijos no sean consumidos por la miseria; elementos que, como seres humanos, le dan sentido a nuestra existencia… Ponte en su lugar; si la única forma de salvar a tu familia fuera llegar a los Estados Unidos, también lo harías, pero sólo que para llegar a aquél país corres el riesgo de que sean víctimas de la TRATA DE PERSONAS, delito declarado por la ONU como la Esclavitud del siglo XXI.

Y es que en México, ni siquiera los jueces se dignan a tratar con dureza a los traficantes de personas y a la menor provocación dejan libres a personas que son capaces de separar a un bebé de su familia para extirparle los riñones y venderlos al mejor postor. ¿Qué está pasando en este país donde los jueces tratan con mayor dureza a un ladrón de autopartes que a un traficante de niñas?

De acuerdo al diagnóstico (Human Trafficking Assesment Tool) realizado por la American Bar Association (ABA), realizado en México, se han detectado 47 bandas dedicadas a la trata de personas sexual y laboral, también documentó que las entidades con mayor riesgo de que se cometa este ilícito en el Distrito Federal, Baja California, Chiapas, Chihuahua, Guerrero, Oaxaca, Tlaxcala y Quintana Roo. En México de 2005 a 2008 se han detectado más de 300 casos de trata de personas. Se tiene conocimiento que 22 eran extranjeros y fueron apoyados por el Instituto Nacional de Migración (INM) para regular su estancia en el país por su condición de víctimas de trata de personas.

sábado, 2 de julio de 2011

UN PUEBLO CON HAMBRE DE JUSTICIA A FALTA DE UNA POLITICA CRIMINAL.




"Todas las cosas fingidas caen como flores marchitas, porque ninguna simulación puede durar largo tiempo."


Marco Tulio Cicerón


Con la realidad de cada mexicano opacada por los recuerdos de los cadáveres que vimos la noche anterior en la TV, salimos a la calle a tratar de cumplir nuestros objetivos de este día. Ponemos el miedo en el fondo del portafolio, o en la bolsa pequeña de la mochila escolar, o en el compartimento más oculto del bolso y tratamos de que las imágenes brutales no nos afecten.


¿Qué pasó en este país que en menos de seis años las únicas conversaciones tienen como eje la violencia, el delito, los sicarios, las narcofosas que no paran de vomitar cadáveres, o el narcotráfico. Ahora todos queremos ser expertos en criminología y conocemos de memoria el mapa de nuestro México donde quedan señalados los territorios de cada cártel ¿Y a cuál narcotraficante le pertenece usted?


Queremos creer que la estrategia del Gobierno Federal es la correcta, y deseamos que el discurso oficial se vuelva realidad y después de un pico de violencia comenzará a regresar la calma… Pero al informarnos en los medios menos sumisos al Presidente nos vamos dando cuenta con creciente horror de que no hay la mínima señal de que esto se esté terminando, entonces nos preguntamos “Si no hemos alcanzado el famoso pico de violencia que marcará el principio del fin… ¿Entonces cómo se va a poner la cosa?”. No se ve el fondo. Y en este derrumbe de la moral nacional, para colmo, no faltan los pequeños oportunistas, que viendo la debilidad del Estado para aplicar justicia, rompen la ley casi con la certeza de que nadie los molestará. Desde el vecino abusivo que se roba la vía pública (que todos pagamos) poniendo cubetas en la calle para crear una extensión de su casa, hasta la Caja de Ahorro que nació para defraudar a la mayor cantidad posible de incautos, cada vez menos mexicanos le tienen temor a la justicia.


¿Y saben qué es lo más triste? Que nadie nos preguntó si queríamos una guerra a la puerta del kinder donde van nuestros pequeños (Si las gotas de lluvia fueran de chocolate…). Así, de buenas a primeras, al puro estilo pinochetista, un día los noticieros al servicio del Presidente nos anunciaron jubilosos que la Guerra contra el Narco había comenzado; nos dijeron que habría algunos muertos pero que valía la pena porque era una guerra valiente y necesaria; nos aseguraron que duraría poco, pero sobre todo, nos vendieron la idea de que era por nuestro bien… ¿Por nuestro bien?... ¡¿Por nuestro bien?! Y sería tan amable el regordete señor Alejandro Poiré, Secretario Técnico del Consejo de Seguridad Nacional, de informarnos en qué nos ha beneficiado su maldita guerra?


En nada. Así tal cual, en nada. ¿Descendieron los índices de criminalidad? No, de hecho se multiplicó. ¿Bajó el índice de consumo en México? No, aumentó tal y como muchos vaticinaron. ¿Bajó la cantidad de droga mexicana que consumen los pobrecitos gringos? No, ni de lejos. ¿En Ciudad Juárez se logró detener la extorsión que sufren todos los negocios? No, ahora aquella ciudad luce desolada, hundida en una deprimente agonía.


Por ello se publicita con todo el poder de los medios al servicio del Presidente la detención de un nuevo y peligroso jefe del narcotráfico (Gracía Luna Productions). Ya ve, todos los que agarran son siempre peligrosísimos y poderosísimos ¿Sí? ¿Y por qué nada cambia luego de su heroico arresto? Sin embargo, eso de exponer a temibles villanos vestidos de Polo cada vez les funciona menos. Agarran a uno y entra su relevo antes de que nos demos cuenta. Lo sorprendente sería que agarraran… pero a los elegantes caballeros que les lavan el dinero. Y si de verdad quieren cumplir eso de “caiga quien caiga” ¿Por qué nunca agarran a los prósperos políticos que les hacen sus relaciones públicas? Pero ya ve, van de capo en capo, uno por uno, y eso de vez en cuando, sobre todo cuando el señor Presidente necesita subir su raquítico rating.


En cambio, si nos preguntamos qué perdimos con esta Guerra que cayó sobre nosotros desde Los Pinos, extrañaremos los tiempos pasados en que esta violencia era inimaginable. Con la guerra panista perdimos nuestra tranquilidad, perdimos la esperanza, la certeza de que el futuro es promisorio si trabaja con ganas… También perdimos el turismo, las ganas de viajar por nuestro país, el deseo de abrir un negocio, el gusto por salir a divertirnos de noche, la confianza en nuestros vecinos… Se perdieron fuentes de trabajo, inversión, nuevas empresas… Y al ver las calles muertas de las ciudades del norte, nos preguntamos ¿Quién es ahora el espantachambas? ¿Quién acabó convirtiéndose en un peligro para México? Es como una horrenda broma que lejos de terminar avanza y avanza, amenazante hacia nuestra ciudad y vemos impotentes que está cada vez más cerca de nuestras familias.


Si nos preguntamos por qué nos encontraremos –sin merecerlo– en esta realidad, jamás hallaremos la respuesta en los medios convencionales, es más, los periodistas que sirven de voceros al Gobierno Federal ni se lo cuestionan. Hay que buscar entre los periodistas e investigadores más críticos para descubrir que, desde el principio se hizo todo mal. Y sí, es culpa del gobierno, del gobierno que mantenemos con nuestros impuestos, del gobierno que según la evidencia, se trepó al poder sin nuestro permiso. Y allá están ellos, enriqueciéndose estúpidamente; y acá estamos nosotros, en espera no de una vida mejor, sino de sobrevivir al gobierno de Felipe Calderón Hinojosa.


Para empezar Calderón inició su Guerra sin tener clara la fuerza del enemigo (error fatal); al inicio, el narco no era tan fuerte, pero tenía potencial para crecer. Lo que logró Calderón al “aventarles” al ejército fue demostrar que no tiene la capacidad de enfrentar a los grupos criminales. Esto, obviamente, envalentó al enemigo. Además, la estrategia federal (lenta y desorganizada) tardó demasiado tiempo en dar resultados (de hecho no ha habido tales) y las mafias aprovecharon perfectamente esta falla imperdonable para armarse, organizarse mejor y plantear un resistencia más dura. Quizá la idea que tenía Calderón era que los narcos, al ver a los soldados en los puntos de revisión carreteros, se iban a espantar tanto que renunciarían ipso facto a sus fabulosas ganancias.


En este crudo contexto, los mexicanos reclamamos una política criminal, uniforme y clara para todo el territorio. Pero vayamos un poco más despacio ¿Qué es esto de política criminal?


Zaffaroni  conceptualiza  como Política Criminal : “aquella que se encarga de la administración de la violencia derivada indirecta".


En un concepto más amplio está entendido como las conductas posibles de sanción conforme la legislación penal vigente, y permite tener como objeto de administración otros actos que pueden contener violencia, no obstante no estar receptados en la normativa penal. Desde esta perspectiva, la política criminal importa un estadio anterior a la codificación de los delitos.


 Ahora: ¿Qué es una Política Criminal Integral?


¨La entendemos como un conjunto muy amplio, complejo y diversificado de medidas y acciones desarrolladas bajo el impulso del estado pero con amplia participación comunitaria, tendiente a reducir, limitar  y atenuar el delito en general, y la violencia que suele ser su acompañante tradicional y todo ello promoviendo el ascenso social de la población y el desarrollo económico del país¨.[i]


Entonces ¿por qué le urge al país una política integral?


1.- ¨A través de ella se efectuaría un amplio diagnóstico de áreas problemáticas y de instituciones y organizaciones sociales, no limitadas sólo al delito, aunque las cifras de éste serían fundamentales¨.


¨Dicho diagnóstico  permitiría comparar la situación existente con una situación razonablemente satisfactoria, que en este caso sería la ideal. De allí surgirán los pasos a seguir en la planificación y posterior ejecución de un plan, por ejemplo, un Plan Maestro de Política Criminal¨.[i]


2.- ¨La Política Criminal Integral procurará que el delincuente no pueda delinquir, pero fundamentalmente procurará que el niño o joven, especialmente el marginal, aquél abandonado por su familia, por el Estado y por la sociedad, no se convierta en delincuente  y  que otros no se hagan adictos a las drogas o al alcohol; que se reduzca la circulación ilegítima de armas de fuego, que se refuercen los sistemas educativos y recreativos para la niñez y la juventud, con énfasis en la formación en valores; que se brinde apoyo a la familia de bajos recursos; que se organicen los barrios y las comunidades participativamente y que en cada zona se creen esquicios de prevención en coordinación con la policía y que se involucren todos en recuperar el espacio urbano muchas veces “desertizado” por haber sido abandonado por los vecinos y cedido a los delincuentes, quienes rápidamente se instalan en él."[i]


3.- ¨Deberán también ser objeto de análisis las instituciones vinculadas a la minoridad, frecuente “semillero” del  delito adulto. Reestructurados integralmente los servicios penitenciarios (legislación, reglamentación, infraestructura, capacitación y selección del personal, metodología de tratamiento, etc.) y puestos en funcionamiento real los pos penitenciarios para asegurar una adecuada reinserción social de la prisión y las medidas y sanciones penales no privativas de libertad para los autores de delitos menores mediante un tratamiento educativo y correctivo;  modernizada y agilizada  la justicia, frecuentemente morosa e ineficiente, etcétera¨.[i]

4.- ¨La elaboración de un Plan maestro de la Política Criminal deberá buscar, además, el consenso con todos los sectores políticos y sociales, comprometiéndolos en los mismos objetivos, para así conformar una Política de Estado duradera y estable  y no una ocasional política del gobierno de turno. El Plan deberá contar con un presupuesto e identificar las fuentes de financiamiento y además contar con un organismo de conducción del más alto nivel (científico y funcional) y con instrumentos de evaluación para analizar los resultados y corregir las desviaciones¨.[i]


Y ahora a surge la pregunta ¿Está de acuerdo en que nos falta una política criminal, desplazándome al mismo tiempo del porque de la No censura a los medios de comunicación?


Hace unos meses fue muy sonado en los noticieros el “El Acuerdo para la Cobertura Informativa de la Violencia” ya que la violencia se ha  convertido en el tema central de los medios de comunicación y en forma sintetizada dicho acuerdo busca el atender dos problemas distintos


 1.- proponer autocontroles para que los medios no se conviertan en voceros de la delincuencia organizada.


 Y


2. Quiere atender la censura del crimen organizado. 


Basta de acuerdos que sólo quieren cegar a la sociedad, puesto que en México no necesitamos que se nos oculte la información sobre el narcotráfico, sino que los medios de comunicación se especialicen en temas de seguridad y se les capacite al igual que se les dé un respaldo por parte de la autoridad y no en contra de ellos como muchas veces a sucedido. Necesitamos mantener a una sociedad informada para que se pueda lograr un política criminal integral y una cultura de la legalidad; y de esta manera lograremos que los programas de prevención del delito sean eficaces.



[i].
Protocolos en el estudio promovido por el Banco Interamericano de Desarrollo y desarrollado por Juan Luís Londoño y Rodrigo Guerrero (Violencia en América Latina. Epidemiología y Costos, Documento de Trabajo BID. R 375, agosto de 1999), tomado por el Dr. Julio Enrique Aparicio  experto argentino en seguridad durante los foros de dicho tema).



  

 LICDA. IVETTE SALAZAR MARQUEZ






BULLIING

México durante muchos años consintió casos de Bulliing por parte del sistema  educativo al tener evidencias de estos actos y no haber actuado  en prevenir a los estudiantes contra este gran fenómeno social que implica grandes consecuencias como lo es: altos  índices de suicidio que reportan varios estados hasta principios de este  año

Es hasta este año 2011 cuando los estados están tomado cartas en el asunto para  poner un alto  a esté  problema, capacitando a los maestros, creando leyes y observatorios ciudadanos para detectar este tipo de acoso.

El primer caso  de Bulliing
El caso más antiguo de la historia sobre el bulliing se registro en 1847 en la novela Jane Eyre, donde una menor de 10 años era insultada por otro joven de 14 de manera constante.[I]
¿Qué es el Bulliing?
Es una palabra proveniente del vocablo holandés que significa acoso.
Según  Dan Olweus  fue el primero en usar el  término "bulliing" en el sentido de acoso escolar en cual implantó en la década de los '70 en Suecia un estudio a largo plazo que culminaría con un completo programa anti acoso para las escuelas de Noruega.[ii]
Hoy en día el bulliing es una práctica  que se ha vuelto la nota principal del diario de los niños y adolecentes, en los que la victima tienen consecuencias tanto físicas como psicológicas, dicho acoso no tiene territorio especifico, ni un nivel económico preferencial ya que  se ha enraizado en todos los sectores de la población
Antes de citar los tipos de bullying me es interesante el mencionar que en el bulliing participan  dos actores: el acosador y la victima:
El acosador disfruta y muestra su poder persiguiendo y dañando psicológicamente, sexual, verbal, o física a su víctima.
La víctima se clasifica en dos:
Las víctimas pasivas y las víctimas provocativas.
Pasivas – son ansiosos, sensitivos, solitarios, apagados, carecen de autodefensas, no piensan rápidamente, y tienen pocos amigos, que les den apoyo.
Provocativas – rápidos de respuestas, impulsivos, molestan a los niñ@s que atacan a los bullies, reciben los ataques, ellos mismos se ponen de blancos de tiro, no se defienden ellos mismos.[iii]
El bullIing tiene varias modalidades, entre ellas las siguientes:
Sexual: Es cuando se presenta un asedio, inducción o abuso sexual.
Exclusión social: Cuando se ignora, se aísla y se excluye al otro.
Verbal: Insultos y menosprecios en público para poner en evidencia al débil.
Psicológico: En este caso existe una persecución, intimidación, tiranía, chantaje, manipulación y amenazas al otro.
Físico: Hay golpes, empujones o se organiza una paliza al acosado. [ii]
Cabe destacar que existe otra modalidad en la que es muy fácil acosar a la población de forma anónima en las redes sociales y me refiero al Ciberacoso.
Ciber acoso; el cual se define como es el uso de información electrónica y medios de comunicación tales como correo electronico, redes sociales, blogs, mensajeria instantanea, mensajes de texto, teléfonos móviles, y websites difamatorios para acosar a un individuo o grupo, mediante ataques personales u otros medios. Puede constituir un delito penal. [iv]
El ciber-acoso es voluntarioso e implica un daño recurrente y repetitivo infligido a través del medio del texto electrónico. Según R.B. Standler el acoso pretende causar angustia emocional, preocupación, y no tiene propósito legítimo para la elección de comunicaciones. El ciber-acoso puede ser tan simple como continuar mandando e-mails a alguien que ha dicho que no quiere permanecer en contacto con el remitente. El ciber-acoso puede también incluir amenazas, connotaciones sexuales, etiquetas peyorativas (p.e., discurso del odio).[iv]
En el caso de ciber-acoso, se añade la característica de cobarde, ya que se oculta tras el aparente anonimato y falsificación de identidad que proporciona internet.

NOTA: En 2010, en el Distrito Federal se suicidaron 190 adolescentes víctimas de acoso (bulliing), según cifras de la Fundación en Movimiento.

Consejos para las víctimas:
-Pide ayuda a un adulto de confianza
-Nunca respondas a las provocaciones
-No hagas presunciones. Mantén un margen de duda razonable
-Trata de evitar aquellos lugares donde sufres acoso
-Protege tu privacidad: Evita intrusos y depura la lista de contactos

-Guarda las pruebas del acoso
-Trata de hacer saber a quienes te acosan que lo que están haciendo te molesta
-Trata de hacerles saber que lo que hacen está perseguido por la ley
-Toma medidas legales [i]


[i] Trad. Rafael Jiménez Orderiz ) de la editorial Porrúa citado en la  “La Raíz  de la Violencia” Junio 402 revista Nexos.


[iii] Tomado del Libro de Allan L. Beane, “Bully Free Classroom; over 100 tips and Strategies for teachers K-8 Free Spirits 1999. www.freespirits.com

[iv]  http://es.wikipedia.org/wiki/Ciberacoso